La pedagogía Waldorf busca educar la totalidad del niño, equilibrando el trabajo práctico con sus manos, con el progresivo desarrollo de la voluntad individual, la imaginación y las capacidades intelectuales. Estos tres ámbitos se trabajan en el kínder, la básica y la media, con distintos énfasis y metodologías.
En la metodología Waldorf, al hablar del Kindergarten señalamos que se trata de la vida volitiva, del hacer; mientras que en la Básica se busca desarrollar la vida del sentir; en cambio en la Media tenemos que referirnos a la vida del intelecto, del pensar. Dentro de lo que llamamos la vida del pensar, no solo nos referimos a las operaciones cognitivas del conocer, a saber relacionar fenómenos diversos, realizar síntesis y análisis, construir imágenes o representaciones mentales; sino que también nos interesa, por sobre todo, la formación de lo que llamamos el juicio propio.




















































“Creo que aún no termino de descubrir o experimentar los aspectos positivos del colegio, pero son muchos. Me formó como la persona que hoy soy, con características muy propias de los alumnos del colegio”
Andrés Argandoña. Estudiante de Administración Pública (U. de Chile)
“Lo más positivo que me atrevería a destacar del colegio sería el amor por los conocimientos, el interés genuino por aprender, que se nos haya enseñado a valorar los conocimientos, pero también el amor e interés por nuestro entorno, tanto el ambiente natural como el humano”
Viviana Aguirre. Estudiante de Ingeniería Comercial (U. de Chile)
“Mi paso por el colegio me permitió desarrollar todo mi potencial, me ayudó a aprender a desenvolverme en la vida de una manera transparente, sincera, perseverante, tener claras mis ideas, atreverme a expresar lo que pienso y siento”
Daniela Matta. Médico (U. de Chile)
Colegio Rudolf Steiner 2025