Un niño comienza su enseñanza básica, cuando las fuerzas formadoras que modelan el cuerpo físico han completado la parte más importante de su tarea; liberadas entonces de su actividad orgánica, surgen a la vida anímica, donde pueden ser dirigidas al ámbito de la escolarización. Es importante señalar que en la pedagogía Waldorf, el profesor tiene presente en todas las materias, los elementos propios del querer, del sentir y del pensar. La ciencia y el arte van constantemente tomados de la mano, siendo enriquecidos por las actividades manuales y el movimiento corporal.
A lo largo de los años de básica, el mismo profesor de clase acompaña el desarrollo de los niños, estableciendo vínculos cercanos, verdaderos y duraderos con ellos y con sus familias. Para un buen aprendizaje, vemos como imprescindible contar con un espacio de confianza, donde cada niño se sienta feliz y querido en su curso. Al ingresar a la básica, realizan la transición a un nuevo modo de aprendizaje, más centrado en el sentimiento y la imaginación. Su aprendizaje comienza a estar cada vez más vinculado con la experiencia creativa, tanto mediante la pintura como el dibujo, la música y la narración. El plan de estudios de los cursos de la básica está diseñado para acompañar al niño a través de su proceso anímico, desarrollando gradualmente sus capacidades.
Los niños aprenden a leer a través de la escritura con crayones, de imágenes dadas por el profesor. Todo su trabajo se realiza en sus cuadernos de clase principal, en los cuales van creando sus propios libros de texto. El movimiento está en todas partes, por ejemplo, en los juegos rítmicos que introducen las tablas de multiplicar, en forma de dibujo, donde los niños trazan las líneas de los números en el aire antes de ponerlos en el papel.
Continúan su aprendizaje de lecto-escritura. Luego de haber aprendido la letra imprenta, los niños trabajan ahora las minúsculas, empleando lápices de colores de cera de abeja (utilizados en los primeros cursos de básica), los cuales son muy sensibles al calor y la presión de la mano, y aportan un elemento táctil en el trabajo de los niños en el papel. El aprendizaje del inglés se centra en contar, aprender los nombres de animales, miembros de la familia, las comidas y mucho más.
Dejando el paraíso de la infancia, los niños despiertan a las incertidumbres de la vida en un mundo en expansión, para acompañar este momento se relatan historias de la antigüedad, que les hablan de figuras arquetípicas del paso del paraíso al mundo cotidiano, de un modo fructífero. De esta manera, se experimentan distintos oficios, como la agricultura, la jardinería, la construcción de viviendas y la gramática los cuales entran en el plan de estudios. Por otro lado, los niños empiezan a leer libros impresos, así como sus propios libros de clase principal. El dibujo, con círculos y polígonos inscritos, añade una dimensión visual a la comprensión de las relaciones numéricas. En el ámbito musical, nuestros alumnos inician el aprendizaje de un instrumento en la clase complementaria de música.
La primera disciplina científica formal que se presenta es la zoología, centrándose en el estudio de los reinos humano y animal. Posteriormente la visión del mundo se va ampliando hacia la geografía de Chile, lo cual responde al interés que a esta edad ellos manifiestan por conocer el mundo a través de la cartografía. En los niños el trabajo de arte, color, que fluía libremente en los primeros cursos, comienza a anclar más firmemente en las líneas y las formas de arte figurativo. Las matemáticas se centran en las fracciones y los problemas de palabras, las medidas y la división larga. En las clases de idiomas extranjeros se trabaja ahora la gramática, la lectura y escritura.
Continuando con las disciplinas científicas, se profundiza en la zoología y se inicia la botánica. En los relatos históricos de la antigua Grecia se llega hasta las conquistas de Alejandro Magno. Se recitan poemas antiguos y se trabajan vasijas en greda siguiendo los modelos griegos.
En la gramática, distinguen la diferencia de la voz activa y pasiva. En la clase de manualidades, tejen con cinco palillos y realizan muñecos de peluche, calcetines y guantes, gracias a lo cual aprenden a prestar atención a la forma y el patrón. En el taller de madera, preparan implementos para participar en las olimpiadas que se organizan con los colegios Waldorf de Chile. En las matemáticas, el foco son los decimales, las fracciones y el sistema métrico sobre las cuatro operaciones básicas.
La ciencia juega un rol importante en esta etapa al desarrollar la capacidad de observación del fenómeno. En física, realizan experimentos de acústica y de óptica con prismas. También aprenden astronomía mediante la observación del cielo nocturno, a medida que se familiarizan con las estrellas fijas y errantes, los planetas y las fases de la luna. De este modo, los mitos detrás de los nombres de las constelaciones cobran vida para ellos, y su asombro y emoción se reflejan en sus obras de arte.
En botánica, se ven todas las plantas: musgos, algas, líquenes y coníferas, estableciendo una relación anímica con el ser humano. Las clases de geografía incluyen el estudio de América del Norte y del Sur, las configuraciones de la Tierra y los contrastes.
Las clases de historia se centran en la fundación de Roma, el desarrollo del Imperio Romano y el posterior paso a la Edad Media. Los ejercicios de escritura creativa toman los temas de la vida en el castillo, en el pueblo medieval o en el monasterio. La vida de Mahoma, el Islam y la puesta en marcha de las Cruzadas, completan el programa de historia para sexto básico.
El dibujo geométrico, que anteriormente se realizaba a mano alzada, ahora es enriquecido por la exactitud que entrega el uso de instrumentos propios de esta disciplina (regla, compás, escuadra, entre otros)
El currículum acompaña el proceso de exploración del mundo exterior, y a su vez, del viaje interior a través de las experiencias de exploración de la historia universal, destacando las biografías y las expediciones de conquista del nuevo mundo.
También, con el fin de asentar la capacidad de hacer un juicio individual y respetuoso de otros puntos de vista, se trabaja la observación sobre los fenómenos de la física mecánica (poleas, palancas, entre otros), en química el principio ácido-base a través de la combustión y en biología se presentan capítulos de nutrición e higiene.
Durante los primeros ocho años, las clases de los niños y sus principales avances generales en el colegio están bajo la guía de un profesor. Como esta relación llega a su fin y los alumnos comienzan a prepararse para el gran paso a la media, el currículum presenta situaciones de transformaciones. En historia, trabajan el desarrollo del mundo a partir de la Reforma y la era de la revolución industrial.
También estudian la anatomía humana, los alimentos y su procesamiento en la química orgánica, y la electricidad y el magnetismo de la física. En manualidades, aprenden a cocer a máquina, para lo cual requieren hacer un diseño y luego confeccionar prendas de vestir. De este modo, tras ocho años en que han estado desarrollando la confianza en sus capacidades como pintores, pensadores, músicos y matemáticos, debieran estar preparados para su siguiente paso de maduración.
Colegio Rudolf Steiner 2025